.No tienes energía y estás cansada/o aunque descanses, o te levantas cansada/o aun durmiendo las horas correspondientes.
.Terminas el día totalmente desenergetizada o permaneces en ese estado todo el día.
.No tienes ganas de hacer nada.
.Tu aspecto se ve apagado, gris, sin vida, sin brillo.
.Estás constantemente enferma/o.
.Nada te sale bien. Sientes que no levantas cabeza.
.Intuyes que “algo” no va bien o que “algo” pasa.
.Tu carácter ha cambiado y estás más irritable de lo normal, agresiva/o, con ataques de rabia e ira hacia alguien o algo.
.No paras de llorar sin saber por qué o estás emocionalmente inestable sin motivo aparente.
.No eres ni te sientes feliz y estás enganchada/o constantemente a pensamientos, sentimientos y emociones negativas.
.Tienes pensamientos negativos recurrentes.
.Tienes pensamientos o sentimientos en los que sientes que alguien o algo te controla.
.Tienes pensamientos que te dicen que te hagas daño o se lo hagas a alguien.
.Sientes como si alguien estuviera en tu cabeza.
.No puedes avanzar en tu vida, tus propios pensamientos te lo impiden.
.No sabes qué te pasa pero crees que te vas a volver loca/o o que te estás volviendo.
.No puedes sacar de tu cabeza a alguien ni olvidarla. La sientes presente en tu vida aunque ya no esté contigo. Sientes que, de alguna manera, está conectada/o a tu energía y no puedes avanzar.
.Tus relaciones afectivas se han tornado negativas.
.Tu relación de pareja, matrimonio, se ha vuelto de repente negativa, fría, distante sin motivo aparente. Las relaciones sexuales desaparecen.
.No sabes por qué pero sientes que quieres separarte de tu pareja.
.Las discusiones se han vuelto una tónica del día a día y antes no eráis así.
.Comienzas a tener problemas en todas las áreas de tu vida.
.Tienes relaciones promiscuas.
.No puedes dormir porque no puedes parar de pensar, darle vueltas a un asunto o persona.
.Tienes dolores musculares, de cabeza, sienes, coronilla, frente.
.Estás con frío constantemente.
.Fumas, bebes, tomas drogas y/o estás con personas que lo hacen.
.Antes no bebías pero no sabes por qué has comenzado a hacerlo. Lo mismo con las drogas. Sin darte cuenta tus hábitos se han convertido en negativos.
.Aunque tienes motivos para ser feliz te resulta imposible.
.Has vivido alguna situación traumática como abusos, violación, maltrato…
…./

El grado de contaminación energética varía de unas personas a otras. No tienes por qué tener todos estos síntomas, o sí. Depende. Pero tan solo con uno que tengas ya puede ser motivo para realizar una limpieza astral profunda puesto que ese síntoma puede tener diferentes procedencias hasta llegar a ti; además el impacto que ha causado y causa en tus cuerpos y energía puede generar una vibración baja en ti a través de pensamientos, emociones y sentimientos, que hace que atraigas a ti y a tu vida cosas, personas, circunstancias de muy baja vibración que van a desestabilizarte todavía más... etc.